Jorge Paolantonio (San Fernando del Valle de Catamarca, 1947). Poeta, narrador, dramaturgo, docente universitario en lengua y literatura anglosajona. Posgrado en literatura inglesa contemporánea (Stockwell College, Kent); cursó su doctorado en Lenguas Modernas en la Universidad del Salvador. Becario del Fondo Nacional de las Artes, del Council for the Arts (Kent) y de ISA-Universitat van Amsterdam. Concurre, invitado oficialmente, a encuentros, festivales y ferias del libro del país y del extranjero. Reside en Buenos Aires desde 1981. Recibió en 2012 el Premio Nacional Esteban Echeverría de Gente de Letras por su trayectoria como narrador.
En poesía ha publicado Clave para abrir las pajareras (1973), A imagen y semejanza (1978), Extraña manera de asomarse (1989), Estaba la muerte sentada (1991), Resplandor de los días inusados (1994), Lengua devorada (1er Premio Nacional Ramón Plaza, 1994), Huaco (1er Premio Municipal de SFV Catamarca), Peso muerto (2007), Favor del viento (antología personal, 2005), Obra selecta (compilación, 2011), Del orden y la dicha (2012), baus o la lenta agonía de las especies migratorias (2014).
Sus novelas son Año de serpientes (1er Premio Nacional, Encuentro Patagónico de Escritores, 1995 y 2014), Ceniza de orquídeas (1er Premio Municipal de Buenos Aires, 2003 y 2008; versión al inglés: 2010); Algo en el aire (1era Finalista Premio Planeta; Premio Letras de Oro Fundación Honorarte, 2004); La Fiamma (Premio Internacional SoleLuna, Milán, 2008; versión al italiano: 2014), Traje de lirio (Premio Municipal de Jujuy, 2012 y 2014), Aguasanta (Premio Municipal Luis de Tejeda y Guzmán, Córdoba, 2014).
Su producción teatral (estrenada) está reunida en cuatro volúmenes; el más reciente es Un dios menor y otros monólogos (2013).
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pequeño balance
«No sé qué cosas se precisan para soportar ese hechizo
de lo efímero, saber que se nos va borrando el nombre».
Patricia Alvarez
me quedo con el sol poniente
prescindo de menguantes o de lunas llenas
comulgo con quienes dan y piden poco
denuncio la molicie
tengo predilección por los sauces que lloran
maldigo la burla de los intemperantes
ni llego tarde ni estoy con los madrugadores
me doy en besos de amor que dura cien años
elijo ser feliz sin creer en las promesas
aborrezco a los maniqueos
estoy rodeado de poemas y gatos mullidos
flores que se secan demasiado pronto
escucho a los viejos más viejos de mi tierra
[esas almas con upite que lloran lo necesario]
lloro con el infierno de las beatas
río el paraíso de los niños empiojados
prendo incienso por mis modales travestidos
desvisto santos apago cirios me voy de fiesta
con los transparentes los velados a cajón abierto
elijo la ceniza y renuncio a regresar en carne
como si vieras
como si vieras mi revés más oscuro
me atrinchero empiezo a confesar
en voz muy baja como un susurro
las veces que rogamos por amor
las partidas y ausencias en amor
los silencios cosidos al costado del amor
dentelladas heridas rasguños cicatrices
en fin lo que se oculta cuando alguien
habla feliz en primera persona del plural
(de baus o la lenta agonía de las especies migratorias, Ed. MonoArmado, 2014)
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