domingo, 7 de septiembre de 2014

Pablo Anadón


Pablo Anadón nació en Villa Dolores (Córdoba, Argentina), en 1963. Ha publicado, en poesía, Poemas (Colmegna, Santa Fe, Primer Premio José Cibils, 1979); Estaciones del árbol (Il Nuovo, Vecchio Stil, Córdoba, 1990, traducción al italiano de Oreste Macrì); Cuaderno florentino y otros poemas italianos (Università della Calabria, Rende, Italia, 1994); Lo que trae y lleva el mar (Rubbettino, Soveria Mannelli, Italia, 1994); La mesa de café y otros poemas (AMG Editor, Logroño, 2004), El trabajo de las horas (Ediciones del Copista, Córdoba, 2006) y Estudios de la luz (Pre-Textos, Valencia, 2010).
Es autor de numerosos ensayos sobre poesía y de las antologías críticas Poetesse argentine (Plural Poesia, Acquaviva Picena, Italia, 1994); El astro disperso/Últimas transformaciones de la poesía en Italia/1971-2001 (Ediciones del Copista, Córdoba, 2001, Premio de Traducción del Gobierno de Italia), Señales de la nueva poesía argentina (Llibros del Pexe, Gijón, 2004) y La poesía en el país de los monólogos paralelos (Editorial Brujas, 2010). Ha publicado en libros, diarios y revistas, traducciones de Dante Alighieri, Guido Gozzano, Giuseppe Ungaretti, Vittorio Sereni, Alfonso Gatto, Mario Luzi, Giorgio Caproni, Cesare Pavese, Wallace Stevens, Robert Frost, W. S. Merwin, Boris Pasternak, entre otros autores. Colabora regularmente con la revista española Clarín.
Doctor en Letras por la Universidad Nacional de Córdoba, hizo estudios de especialización en la Universidad de Florencia y fue docente durante seis años en la Universidad de Calabria. Ha fundado y dirige desde 1997 la revista de poesía y crítica Fénix y la colección de libros del mismo nombre.

* * *

El ruido de la segadora

De pronto el ruido de la segadora
Se ha acallado, y entonces percibimos
Que nos ensordecía. Y entreoímos
En la mente el latido de esta hora
Silenciosa del campo… Hay una hora
Así en la vida, cuando lo que fuimos
Por años, se detiene, y descubrimos
Que esa voz que se apaga y se demora
Es la nuestra. Sentado en el sillón
De mimbre viejo en el umbral de casa
He traído de nuevo al corazón
Tanta cosa querida, y en la escasa
Luz del día he rezado una oración
Por vos, por mí, por lo que fue y ya pasa.


Para el aniversario de mi muerte
(Variación sobre un tema de W. S. Merwin)

«Every year without knowing it I have passed the day
When the last fires will wave to me…»
W. S. Merwin


Cada año he pasado ya ese día
En que voy a morir: desconocido,
Su dolor me habrá dado o su alegría
Y ahora es una fecha del olvido.
Extraño aniversario, igual que aquel
De la mañana en que empezó mi vida.
Como quien, por el gusto de la miel,
Adivina el panal y la perdida
Flor, así del sabor de lo que ayer
Fue, reconozco lo que aún no ha sido:
La agonía del mundo honda en el ceño,
Los ojos entreabiertos al ensueño
Y en los labios un nombre de mujer.
Moriré de la muerte que he vivido.

(de Estudios de la luz)

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